La evaluación del currículo guarda relación con todas las partes que lo conforman.
Se contempla como un proceso de permanente indagación que tiene como fin analizar la adecuación de los diferentes componentes del currículo con la realidad de la institución y del entorno social en el que se desarrolla el Plan curricular.
El propósito de la evaluación del currículo es el de valorar su congruencia, viabilidad, continuidad, integración, vigencia, eficiencia, y eficacia.
Se valoran, también, cuestiones relacionadas con la propia organización curricular como: la adecuación de tiempo, las secuencias de las materias, los segmentos de instrucción, la interrelación de contenidos y los materiales didácticos.
También las facilidades con las que cuenta su desarrollo, el coste y la población.
La evaluación del currículo constituye un proceso continuo que tiene como finalidad principal la adecuación del proceso de enseñanza al progreso real del aprendizaje de los alumnos.
La información que suministra la evaluación sirve como orientación para la actuación pedagógica y se relaciona con los objetivos y con el plan de acción para llevarlos a cabo.
Se evalúa la programación del proceso de enseñanza y la intervención del profesor como organizador de estos procesos.