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¿Por qué me comparan con los demás?

Jorge Reyes
Jorge Reyes
2025-07-26 13:41:48
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Uno de los motivos por el que nos comparamos es para darnos cuenta de aquellas cosas que nos gustaría tener o alcanzar. El acto de compararnos que los seres humanos ponemos en marcha es automático y lo hacemos sin querer, siendo una conducta que nos encontramos de manera implícita en nuestra cultura y sociedad. No sería seguramente con la intención de comparar los números con los que nos evaluaban en el colegio, pero en muchas ocasiones sí lo ocurre así. Tenemos que tener cuidado con la perfección, dado que genera unas altas exigencias en nosotros y terminamos por no estar conformes nunca con lo conseguido. La perfección es una trampa la cual nos lleva a estar constantemente en el hacer. Cuando nos comparamos lo hacemos desde la parte más visible y superficial, pero no tenemos en cuenta qué hay debajo. Es decir, en las comparaciones muchas veces no aplicamos la regla de «en igualdad de condiciones». Imaginemos que un compañero nuestro ha terminado su trabajo a tiempo pero nosotros no. Comenzamos a realizar comparaciones dañinas para nosotros del tipo: 'mi compañero es mejor que yo', 'yo no soy igual de eficaz y capaz', 'no merezco este puesto tanto como él/ella' etc. Pero, quizás, la situación actual de nuestro compañero es diferente a la nuestra. Cogemos de manera aislada aquello con lo que no estamos conformes de nosotros mismos y nos comparamos con las personas que sí destacan en eso. Por ejemplo: si considero que toco mal el piano y me comparó con una persona que es excepcional tocando el piano, saldré perdiendo y considerando que no tengo capacidad para ello. A día de hoy las redes sociales han generado un gran impacto con respecto a la conducta de compararnos. Estas nos muestran la mejor cara de todos nuestros contactos, y esto puede llevar a determinadas personas a considerar que su vida no es igual de buena que la de otras personas por ejemplo.
Aina Páez
Aina Páez
2025-07-26 11:25:13
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Compararnos con los demás, puede ser motivador para mejorar y alcanzar ciertos retos. Sin embargo, puede suceder que las comparaciones no nos motiven, sino que afecten a nuestra autoestima de tal manera que nos paralicen, y nos llenen de frustración o envidia. Si nos comparamos por baja autoestima, nuestra baja autoestima va a hacer que no seamos capaces de valorar nuestros logros y veamos siempre mejores a los demás. Si nos comparamos por perfeccionismo, siempre vamos a encontrar a personas que nos superen en ciertas cualidades, esto puede provocarnos insatisfacción por porque nunca alcanzaremos la meta. Las comparaciones son odiosas, se suele comparar lo que vemos de los otros, con todo lo que conocemos de nosotros. No son objetivas. Una buena salud emocional, nos ayuda a no compararnos con frecuencia y a no sentirnos inferiores. A usar nuestro propio criterio para valorarnos y para decidir en qué queremos mejorar. Nos ayuda a alegrarnos de que a los demás les vaya bien. Y, sobre todo, a enfocarnos en lo que tenemos para poder crecer, a valorarlo y a ser agradecidos.