La crioterapia es una terapia física pasiva a corto plazo que tiene un efecto sistémico, es decir, que afecta al cuerpo entero. La sala cuenta con tres cabinas que desprenden gases de nitrógeno helado exponiendo la superficie corporal, primero a -10 grados para aclimatar, posteriormente a -60 grados y, por último, la de -110 grados, en la que se puede permanecer un máximo de tres minutos, siempre bajo estricto control sanitario. Es un frío que es muy seco, no hay humedad y tampoco hay corriente. Entonces, a pesar de estar a una temperatura muy baja, lo tolera bien. Existe una declaración de consenso de expertos en la que se definen las indicaciones con resultado positivo en la aplicación de la crioterapia: dolor crónico, recuperación post ejercicio, psoriasis, dermatitis y recuperación de lesiones deportivas, quirúrgicas y trastornos inflamatorios articulares, entre otros. El tratamiento en ICE-LAB PRO además ha demostrado tener efectos beneficiosos en el sistema endocrino, nervioso e inmunológico, todos ellos altamente relacionados con la piel, e innumerables aplicaciones en el deporte, la estética y el estado de bienestar general.