Bolsas de hielo: ofrecen enfriamiento de mayor duración e intensidad, es necesario aplicar con protección entre la piel y el hielo.
Cold packs: son bolsas que en su interior contienen alcohol isopropílico o gel de sílice que tienen la propiedad de retener el frío.
Tienen la ventaja de que son reutilizables y simplemente hay que almacenarlos en el congelador.
También los hay de diferentes tamaños dependiendo de la zona a tratar
Bolsas químicas: liberan frío al golpearlas, tienen un efecto de aproximadamente 30 minutos.
La principal ventaja es que no necesitan de frío para almacenarlas.
Se suelen utilizar para emergencias.
Baños fríos: Consiste en una inmersión en agua fría que se encuentra entre 10 y 15 grados.
Es menos frecuente y se suele utilizar en miembros inferiores acompañado de movimiento (criocinética)
Geles fríos: se aplica con geles o cremas que contiene compuestos refrigerantes como el etanol o el mentol.
Criomasaje: consiste en un masaje en la zona afectada con un cilindro de hielo, tiene un efecto principalmente analgésico.
Sprays de vapor frío: se utilizan principalmente para aliviar el dolor y el espasmo muscular, solo penetran 3-4 mm en el cuerpo.
Normalmente aplicamos frío durante 15 a 30 minutos, aplicándolo varias veces al día.
Es importante comprobar que no hay contraindicaciones, colocar un paño o alguna prenda entre el frío y la piel.