Debemos tener en cuenta si queremos que la pala se adhiera más o menos, si queremos tener más control, si queremos utilizar más o menos la muñeca o si queremos tener el tono muscular un poco más relajado o un poco más tenso. Ninguno de los dos casos es un mal agarre, simplemente ayudan a un determinado tipo de juego o golpe. Al agarrar la pala por la parte baja del puño, lo que sucede es que la cabeza de la pala acelera. Si lo que buscamos es tener un mayor control, cuanto más arriba agarremos la pala, cuanto más cerca esté el centro de la mano del centro de pegada de la pala, mayor será el control que tengamos. Si lo que queremos es tener mayor movimiento de muñeca, cuanto más fino sea el puño, más podremos moverla y, por contra, cuanto más grueso sea, menos podremos moverla. Una vez claro estos puntos, es momento de analizar nuestro juego y decidir cómo agarrar la pala. Si piensas que puedes agarrar la pala muy abajo porque aceleras y de por sí tienes control, si quieres más control agarras más alto, o si necesitas más muñeca bajas un poco el puño, o más gordo si necesitas menos.