Para tener el mejor timing, primero debemos asegurarnos de encontrar la claridad, que es lo primero que debemos encontrar, teniendo que asegurarnos de que se lean perfectamente las acciones y de que el propósito y el mensaje del director sean respetados.
Después de hacer un primer reajuste de timing, debemos preguntarnos: ¿He contado una cosa y solo una cosa a la vez?
¿He usado el timing para dirigir al espectador hacia el centro de atención y no confundirle?
¿He respetado la personalidad y el carácter del personaje al definir la velocidad de sus movimientos?
De la misma manera, debemos asegurarnos que las leyes físicas estén respetadas, comprobando el tiempo que necesitan los objetos para acelerar y decelerar y comunicar una sensación de peso, y que la velocidad de los movimientos tenga sentido y sea creíble.
Quizás la parte más complicada sea la de buscar que el movimiento sea visualmente interesante y agradable a la vista, para lo cual debemos intentar exagerar el timing y el ritmo para ayudar a comunicar la emoción y el mensaje.
Para eso, tenemos a nuestra disposición armas como el Rythm, la Texture, la Musicality, el Contrast y la Exaggeration.
Más aún, podemos aplicar trucos como tener 3 velocidades en un plano, dibujar el timing y utilizar el monólogo interior como una herramienta de timing.