La postura de tiro más idónea para el tirador nove es una de las cuestiones que con más inquietud parece enfrentarse. No existe una postura fija como la más idónea para la práctica de este deporte, cada tirador adopta la suya, cada tirador adopta aquella en la que tira con mayor comodidad y mejor se adapta a su constitución física.
La clave es la morfología y las características físicas del tirador, el estado de forma y el nivel de entrenamiento son los factores que definirán la postura de tiro a adoptar. Una vez se encuentra la postura de tiro más adecuada para cada tirador, esta debe usarse siempre dándola como fija.
Como norma general iniciaremos el proceso de búsqueda de nuestra postura ideal como tiradores desde una posición de tiro semifrontal o una de perfil total, esto es, ofreciendo un ángulo respecto de la línea de blancos de 45º o de 90º respectivamente.
La postura de tiro ideal para el tirador suele ser una cuya posición esté entre estas últimas, se suele estimar como más idónea la semifrontal.
Aunque en casos muy contados hay quien se coloca ofreciendo posiciones sensiblemente frontales e incluso, por el contrario, superando esos 90º respecto a la línea de blancos.
Los pies suelen estar separados y con un ángulo de unos 45º, no deben sobrepasar la anchura de los hombros ya que esto pudiera llevar a la aparición temprana de la fatiga.
Las piernas tendrán entonces una separación natural y cómoda, con ello obtenemos una superficie de sustentación cuyo centro coincide con la prolongación hacia el suelo del centro de gravedad del tirador.
A pesar de sostener el arma con una sola mano, los hombros deben quedar nivelados y la cabeza vertical para mirar al blanco sin inclinación alguna.
Debemos evitar rigidez y la torsión en el torso, abdomen y caderas, los únicos músculos tensos deben ser aquellos que soportan el peso del cuerpo y los del brazo que sostiene el arma, aunque no demasiado.
Para mantener la línea de los hombros paralela al suelo, el brazo libre, puede colocarse en el bolsillo del pantalón deportivo de forma relajada, intente que el brazo libre no se separe demasiado, péguelo al cuerpo como parte de un todo.
La mera circulación sanguínea a través del brazo libre es suficiente como para afectar a la estabilidad de la postura de tiro, bloquee la muñeca tiradora e intente no presionar demasiado el arma y bloquee el músculo dorsal correspondiente a la mano tiradora.
Esto hará que no deba forzar demasiado los músculos del brazo y redundará en la tardía aparición de la fatiga, para no forzar demasiado la musculatura del brazo de la mano tiradora intente sostener el peso del arma sobre el tendón del bíceps.
Esto se logra girando el brazo de modo que el bíceps queda hacia arriba y la articulación del codo hacia abajo.