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¿Se puede usar lubricante en las armas?

Asier Lerma
Asier Lerma
2025-07-12 01:40:20
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El aceite, o grasa de silicona, NO vale para lubricar partes metalicas en movimiento, o con rozamiento. El aceite, o grasa de silicona, es para lubricar juntas toricas, grifos de buceo, piezas plasticas, etc, y es muy posible, que SI ataque al pavonado, cosa que NO hace el WD40. Yo, recomiendo, el WD40, pero, por norma, cualquier aceite lubricante, absolutamente cualquiera, vale para engrasar, lubricar y proteger el pavonado. Y para mi, el mejor, es el que no se seca, al poco tiempo, pues al secarse, ya no protege nada, de nada, y el WD40, tarda semanas, en secarse.
David Rodríquez
David Rodríquez
2025-07-12 01:10:50
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La lubricación de las armas de caza es esencial para mantener su funcionamiento óptimo y alargar su vida útil. Aunque muchas veces lo pasamos por alto, lo cierto es que esta práctica puede ser la diferencia entre un arma que dispara con precisión y suavidad y una que presenta fallos y un desgaste prematuro. La lubricación regular no solo garantiza un funcionamiento suave, sino que además ayuda a prevenir problemas mecánicos y a mantener un óptimo rendimiento de tus armas de caza. Las armas de caza sufren un considerable estrés mecánico cada vez que se disparan, lo que puede provocar fricción entre las piezas móviles del arma y conducir a un desgaste prematuro, haciendo que no funcione correctamente. De esta forma, al proporcionar una capa protectora entre las superficies metálicas en contacto, la lubricación ayuda a reducir esta fricción, lo que, además de facilitar un funcionamiento más suave del arma, ayuda a prevenir el desgaste excesivo y la corrosión, especialmente en ambientes húmedos o con cambios extremos de temperatura. La frecuencia con la que debes lubricar tus armas de caza depende principalmente de la frecuencia de uso, las condiciones ambientales y el tipo de lubricante utilizado. Generalmente, es recomendable que limpies y lubriques tus armas después de cada sesión de caza o de práctica en el campo de tiro. Presta especial atención a las áreas en las que se producen movimientos mecánicos, como el mecanismo de disparo, el cerrojo y el cargador. Y es que suelen ser las zonas en las que se acumula más suciedad y que sufren más desgaste, por lo que requieren una lubricación regular para mantener su funcionamiento en buenas condiciones. Además, también es importante lubricarlas antes de almacenarlas durante períodos prolongados. De esta forma, las protegerás de la corrosión y el deterioro causados por la humedad y otros agentes ambientales. No todos los lubricantes son iguales, por lo que es importante que elijas el más adecuado para tus armas de caza. Escoge uno diseñado específicamente para armas de fuego que ofrezca protección contra la corrosión y el desgaste. Evita el uso de lubricantes genéricos o domésticos, ya que no siempre proporcionan la protección adecuada e, incluso, podrían llegar a dañar algunos componentes. Una vez que hayas seleccionado el lubricante adecuado, aplica una cantidad moderada en todas las áreas donde se producen movimientos mecánicos. Esto incluye el cerrojo, el mecanismo de disparo, el cargador y cualquier otra parte móvil visible. Eso sí, asegúrate de no excederte con el lubricante para evitar atraer más suciedad y residuos. Después de aplicar el lubricante, utiliza un paño limpio y seco para distribuirlo uniformemente sobre todas las superficies. Esto garantizará que el lubricante llegue a todas las zonas necesarias y que no se produzca una acumulación excesiva en ningún lugar. También puedes utilizar un cepillo de cerdas suaves para llegar a áreas de difícil acceso y asegurarte de que estén completamente lubricadas. Una vez que hayas aplicado el lubricante, realiza una prueba de funcionamiento de tu arma para asegurarte de que todo funcione correctamente. Asegúrate de que el cerrojo se deslice suavemente y que el mecanismo de disparo se accione sin problemas. Si notas cualquier cosa extraña, vuelve a aplicar lubricante y realiza otra prueba hasta que se haya solucionado.