La mente puede ser para los atletas, como para los seres humanos en general, un poderoso aliado o al mismo tiempo un freno perjudicial. Él es también un motivador, pero no solo, porque no es suficiente encontrar las palancas adecuadas para simplemente fortalecer la voluntad, no es suficiente decir: “Insistes, puedes hacerlo", así que interviene el papel más amplio del entrenador mental, o sea, estimular la concentración, aumentar la atención y crear una mentalidad ganadora. El entrenador mental, no trabaja utilizando escamoteos o trucos, sino siguiendo planes de trabajo reales basados en las necesidades del atleta y en los que los resultados son realmente mensurables. Se trabaja a través de la identificación de los puntos débiles y de los puntos fuertes, estableciendo así los objetivos y los plazos para alcanzarlos. El Entrenador Mental Deportivo ayuda a los atletas a manejar ambos tipos de estrés que se producen en la vida cotidiana, y lo apoya en la elaboración de las inseguridades y de las dificultades internas. El Entrenador Mental también puede promover y fortalecer la comunicación y la armonía en el grupo si trabaja con todo el equipo. Su valor puede ser explotado de manera óptima también si trabaja sobre los entrenadores, apoyándolos y valorizando al máximo sus habilidades.