Las revisiones de progreso pueden motivarte, ayudarte a identificar cuándo estás siendo descuidado e indicar cuándo cambiar de rumbo para alcanzar las metas organizacionales.
Necesitamos monitorear qué tan lejos estamos de nuestros objetivo y si estamos acortando esa brecha.
Diariamente, mide el progreso de tus objetivos, monitorea el movimiento general hacia un objetivo de resultados.
Mide qué tan lejos has llegado
Mide la distancia a tus objetivos
Puedes comenzar a medir qué tan lejos estás de tu meta y enfocarte en cerrar la brecha.
Vuelve a medir continuamente
Una vez que descubras la mejor manera de medir el progreso, y los tipos de progreso que necesitas monitorear, elige con qué frecuencia lo harás.
Lo que se mide se gestiona.
Y nos encanta gestionar el progreso.
Diariamente, enfoca tus mediciones en tus objetivos.
Con un poco de experimentación, puedes encontrar el equilibrio mágico que te mantiene funcionando al máximo.
Puedes medir los indicadores de una empresa a través de un dashboard.
Este tipo de herramientas te ayudan a poder visualizar mejor el progreso de tus objetivos, incluso en tiempo real, para hacer las mejoras necesarias para llegar a tus metas.