Al meditar con visualizaciones uno imagina un escenario y un resultado, al centrar la mente en una imagen mental concreta. Podemos decir que existen dos tipos de propósitos a la hora de realizar este tipo de meditación: relajarse y proyectarse. Visualización para relajar En este caso, si relajarse profundamente es el objetivo, se trabajará con visualizaciones genéricas que aporten calma, armonía y paz. Muchos instructores de meditación con visualizaciones proponen distintas fórmulas: imaginarse dentro de una historia, atravesando un lago inmenso y en calma, rodeados de árboles o contemplando el vaivén de las olas… El éxito dependerá de lo mucho que entremos en esa historia, hasta hacerla real en nuestra mente. La ciencia confirma que se puede entrenar al cerebro «y engañarle». Así conseguirás tu propósito y entrarás en un estado de relax total.
En cuanto a los beneficios, son los mismos que ante cualquier otro tipo de meditación o mindfulness. Aclarar la mente, regular el estrés, calmar la ansiedad, poner foco en el presente, etc. Visualización para proyectar En este caso, de igual manera que en el caso anterior, se trata de utilizar la imaginación para crear en nuestra mente el resultado de algo que no ha ocurrido (todavía). Engañas a tu cerebro para que crea que lo que estás ensayando mentalmente es real. Según la ciencia, ahí radica el poder de la visualización. El cerebro tiene grandes dificultades para distinguir entre lo real y lo imaginado.
Siéntate en un sitio cómodo e imagínate en ese lugar hipotético convertido en lo que deseabas, en sentido literal o figurado, con ese problema resuelto. Imagina cómo es tu vida en ese «sueño imaginado» y deléitate en esa experiencia. Después, obsérvate y vive las sensaciones que te ha producido vivir esa vida por un rato y piensa los pasos que hay que dar a continuación para que esas sensaciones no se esfumen. Como dice la psicóloga Cristina Martínez, «no es lo que nos pasa si no lo que hacemos con aquello que nos pasa».
Por ejemplo, en la historia de Michel Phelps, él se visualizaba nadando más rápido que nunca antes de dormir. Estas visualizaciones le ayudaron a mantenerse enfocado, concentrado y confiado bajo una enorme presión. La visualización para proyectar implica utilizar la imaginación para crear en la mente el resultado de algo que no ha ocurrido, y así se entrenará al cerebro a entender que el acontecimiento que se está visualizando es posible.
En resumen, la meditación de visualización es el conjunto de prácticas de meditación en las que mediante la imaginación los practicantes pueden influir en su entorno y realidad, aunque parezca ser algo propio de magia es algo que se puede ver en el deporte donde deportistas de alto rendimiento la utilizan como una forma de convertirse en personas más fuertes, seguras y alejadas de la ansiedad. Sin embargo, dichas técnicas de meditación visualización son algo muy similar a lo que hace cualquier persona que se imagina en su imaginación antes de una acción en la vida real. Es un tipo de visualización muy similar a la que han utilizado conscientemente o no, todos los emprendedores que han logrado grandes cosas de esta vida. El uso de la imaginación puede hacer que el cerebro de quien la practica se active de manera positiva y piense igual que si estuviera viviendo el hecho en la vida real.