Clasificar es organizar un conjunto según un criterio previo. Una clasificación es un ordenamiento o una organización de cosas en una serie de categorías o clases. Se pueden clasificar ideas, objetos o cualquier tipo de referente. Clasificar se define como “disponer por clases algo”, o sea, organizar y dividir un conjunto de cosas según un criterio escogido de antemano. La palabra clasificación proviene de las voces del latín classis y facere, por lo que puede entenderse como “hacer clases”, o sea, establecer clases distintas de objetos o de referentes.
Toda clasificación consiste en una singularización: se toma un conjunto general de objetos y se los reparte en grupos más pequeños y específicos, de acuerdo a la presencia de alguna característica escogida. Existen muchas formas de establecer clasificaciones, como atendiendo a la naturaleza de las cosas, o a sus funciones. Entre todas estas posibilidades, conviene destacar la clasificación jerárquica, que organiza los objetos en base a la importancia que tienen dentro de un modelo lógico simple: de lo más general, a lo más específico.
La clasificación es un proceso mental que llevamos a cabo de manera continua y en muy diferentes áreas del saber y el pensamiento, como la biología o la química, donde se establecen clasificaciones para organizar la información de acuerdo a criterios específicos.
Toda clasificación establece necesariamente clases o categorías, es decir, una tipología, y cuando nos piden que clasifiquemos un conjunto de referentes, necesitamos siempre un criterio para organizarlos, o sea, un criterio para establecer los diferentes grupos que habrá.