Si nunca disparas, nunca marcarás.
Observa la posición del portero: ¿ha dejado algún espacio que puedas aprovechar?
Practica la capacidad de reacción para tomar decisiones rápidas.
Cuanto más esperes antes de disparar, más espacio dejarás para que tus adversarios te contrarresten.
Tienes que aprender a determinar y aplicar la técnica que mejor se adapte a la situación.
Debes concentrarte al máximo en el momento.
Mantén la calma para poder controlar tus movimientos y apuntar con precisión.
Dispara a lo ancho del campo en lugar de a lo alto: tienes más probabilidades de que el balón se desvíe y haga daño al portero.
Según un estudio, los balones lanzados a la esquina superior izquierda de la portería son los más eficaces.
Lo cierto es que el 62% de los goles se marcan a ras de suelo.
El 67% de los goles se marcaron en los córner, frente al 33% en el centro.
Si combinas las dos estadísticas y disparas hacia la esquina inferior, deberías tener un porcentaje de éxito mucho mayor a la hora de marcar goles.
Afortunadamente, las técnicas de tiro son similares a las de pase.
Si ves la portería: ¡dispara!
Fallas el 100% de tus tiros si nunca lo intentas.
La única manera de que estos consejos te ayuden a rendir mejor es poniéndolos en práctica sobre el terreno de juego.