En el ámbito de las armas de recreo y deporte, las armas de aire comprimido ocupan un lugar destacado en España. Aunque son menos letales que las armas de fuego convencionales, no están exentas de regulaciones y requisitos legales que aseguran un uso responsable y seguro. Las armas de aire comprimido son dispositivos que utilizan el principio de la neumática para disparar proyectiles. A diferencia de las armas de fuego, que queman pólvora para generar la energía necesaria para disparar el proyectil, las armas de aire comprimido utilizan aire u otro gas comprimido. En España, la legislación clasifica a las armas de aire comprimido según su potencia. Inferior a 24.2 joules: No requieren licencia para su posesión y uso. El comprador debe ser mayor de 18 años, o contar con el consentimiento de los padres o tutores si es menor. Está prohibido disparar en áreas públicas, cerca de vías públicas o en lugares donde pueda haber personas sin medidas de seguridad adecuadas. El incumplimiento de las regulaciones puede llevar a consecuencias graves. Las armas de aire comprimido, a pesar de ser menos letales que las armas de fuego, requieren un manejo responsable y consciente de las normativas vigentes. La regulación en España busca equilibrar el disfrute de las actividades recreativas y deportivas con la seguridad pública, garantizando así un uso adecuado y responsable de estas herramientas.