Las armas no pueden almacenarse en cualquier lugar aleatorio, sino que se deben guardar en unas estructuras especiales conocidas como armeros. Los armeros son estructuras de seguridad destinadas al almacenaje de las armas, ya sean cortas o largas, así como su munición. En cierto sentido podemos decir que los armeros son como cajas fuertes, solo que en lugar de usarse para la custodia de objetos de valor, se emplea para la custodia de armas. Existen varios supuestos, según la normativa de armeros particulares, en los que una persona tiene que disponer sí o sí de un armero en su hogar. Y uno de ellos es cuando se posee un rifle de caza, un arma larga a la que hay que proteger de accesos ilegitimos. De lo contrario, se estaría incumpliendo la ley. Lo mismo ocurre con las armas cortas con licencia F. Si dispones de un arma así, también tienes obligación de adquirir e instalar un armero en tu vivienda. Esto no es así en el caso de las escopetas de caza, pero es recomendable que lo hagas igualmente para garantizar tu seguridad y la de los demás. La normativa de armeros actual, que explica cómo guardar un arma en casa, especifica qué clase de armero resulta necesario en cada caso. Por ejemplo, y en el caso de las armas largas como los rifles de caza, hay que contar con un armero homologado de grado I. En el caso de las armas cortas con licencia F, debes instalar y usar un armero homologado de grado III. Con las escopetas de caza puedes usar un armero no homologado.