Las armas se clasifican de la A a la D, de la más restrictiva a la más accesible.
Las armas se clasifican en 4 categorías, de la A a la D.
Es un poco como las notas en el colegio, pero al revés: la A está prohibida y la D permitida.
La categoría D incluye bombonas de gas lacrimógeno, armas no pirotécnicas, armas de fogueo, de gas o de señales, taser y armas de choque, y armas blancas.
La categoría C ya es más seria, se necesita hacer una declaración a la prefectura para armas largas y de aire comprimido.
La categoría B es el siguiente nivel, se necesitará una autorización de la prefectura para armas cortas.
La categoría A es el santo grial de las armas, están prohibidas y punto.
Para las categorías B y C se necesita un permiso de caza o una licencia de tiro.
Los menores no pueden comprar armas.
El incumplimiento de estas normas puede costarle caro, desde multas a penas de cárcel.
La legítima defensa puede justificar el uso de un arma en el hogar, pero la respuesta debe ser proporcional al ataque.
Un buen sistema de alarma y unas cerraduras sólidas harán más por tu seguridad que un arsenal digno de Rambo.
La posesión de armas es un derecho, pero sobre todo es una responsabilidad.
Respeta la ley, ten cuidado y todo irá bien.