Los niveles de seguridad son una clasificación que establece el nivel de protección que requieren distintas instalaciones.
Esto quiere decir que se miden de acuerdo con las necesidades de un hogar o un negocio, considerando sus puntos vulnerables y las probabilidades de que se produzcan actos delictivos.
Cabe destacar que cada país puede establecer sus propios grados, según la normativa que rija a nivel nacional.
Argentina forma parte de los países que decretaron sus propias normas para establecer los distintos niveles de seguridad de las alarmas.
Se trata de la normativa IRAM 5176, que dispone 4 grados diferentes.
Esta normativa asiste a los profesionales del sector de las alarmas, para que puedan identificar mejor cuáles son las necesidades de cada instalación de alarma y definan los componentes que ofrecerán la mayor protección, considerando todos los factores que podrían poner en riesgo a una vivienda o un negocio.
Los equipos de Verisure, como la alarma ZeroVision o el sensor Shocksensor, ofrecerán lo último en tecnología e innovación para impedir delitos y proteger a quienes se encuentran en las instalaciones.
Esto quiere decir que necesitan dispositivos de protección que, por sus características especiales, sean superiores.
A partir del grado 2, los niveles de seguridad representan un riesgo mayor de sufrir actos delictivos.
Por lo tanto, los dispositivos de seguridad no están conectados a una central de monitoreo.
Es el usuario el que tiene la responsabilidad de controlar el sistema y avisar a las autoridades de cualquier intrusión o delito.
Indudablemente, se trata de un nivel que no ofrece protección real, sino que funciona como elemento disuasorio.
En este caso, los sistemas de alarma están conectados a una central de monitoreo, que brinda asistencia inmediata y activa los protocolos de seguridad necesarios.
Dentro del grado 3, se encuentran aquellos lugares que son más vulnerables a los asaltos.
Por lo general, se trata de negocios grandes o viviendas que tienen muchos objetos de valor.
Desde luego, el sistema también se conecta a una central de monitoreo.
Finalmente, el grado 4 corresponde a instalaciones que tengan objetos de alto valor y, por lo tanto, sean vulnerables a ataques altamente planificados.
De hecho, quienes realizan actos delictivos en estos lugares cuentan con equipamiento sofisticado y medios para vulnerar sistemas.