La celulosa es un material compuesto principalmente por fibras de papel reciclado tratadas con retardantes de fuego y otros aditivos para mejorar sus propiedades aislantes. La inercia térmica de la celulosa proviene de su capacidad para absorber y retener calor. Durante el día, cuando la temperatura exterior es más alta, la celulosa absorbe el calor. Luego, durante la noche, cuando la temperatura exterior disminuye, la celulosa libera gradualmente el calor almacenado, ayudando a mantener una temperatura más constante en el interior del edificio. La afirmación de que la celulosa o el corcho es el mejor aislamiento contra el calor del mundo puede no ser la mas rigurosa, si incluimos el contexto específico de la aplicación y las preferencias del usuario. Otros materiales aislantes no orgánicos, como la fibra de vidrio, o la lana de roca también son efectivos en diferentes situaciones contra el frío y calor y pueden ser considerados los mejores según las necesidades específicas de cada proyecto. La elección del mejor material de aislamiento insuflado contra el frío dependerá de diversos factores, incluyendo el clima local, el presupuesto, la disponibilidad de los materiales y las características específicas de la estructura que estás aislando. El factor mas decisivo en relación al rendimiento térmico del material, se caracteriza por la conductividad. La fibra de vidrio es un material de aislamiento popular que se utiliza comúnmente en aplicaciones de insuflado, es resistente al moho y a los hongos, y tiene excelentes propiedades aislantes. La lana de roca es otro material de aislamiento insuflado que puede resistir el frío, es resistente al fuego y puede ser eficaz en la reducción de la transferencia de calor.