Limpiar correctamente una escopeta de caza es tan importante como saber utilizarla de forma adecuada. La limpieza es clave para que nuestras escopetas funcionen a la perfección cuando las utilizamos. Es importante que después de cada uso se realice una limpieza, asegurándonos primero de que ya no está cargada y que podemos limpiarla de forma segura. La parte más importante a la hora de limpiar una escopeta es el cañón, más bien, el ánima del cañón, es decir, el interior. Una vez tengamos el equipo con el tamaño y calibre adecuados, debemos tener en cuenta que la limpieza del arma debe efectuarse desde la recámara. Dependiendo de la suciedad que tenga el cañón, pasamos un parche humedecido en solvente en la punta de una varilla, alternando con parches limpios o, si es necesario, con unas pasadas del cepillo correcto por dentro del cañón. Hay que vigilar que el interior del cañón quede completamente limpia, ya que cualquier residuo puede sedimentarse y estropear el arma o incluso proyectarse cuando no esté cargada. Para ello podremos utilizar un detergente especial en caso de que haya restos de materiales que impidan limpiar la escopeta correctamente. El exterior del cañón de la escopeta también debe ser limpiado con solvente, frotando también con parches limpios y aplicando una pequeña capa de aceite una vez terminado el proceso. Después de acabar de limpiar la escopeta y engrasar adecuadamente, recomendamos guardarlas en un lugar seguro y almacenar las municiones correspondientes en un lugar aparte.