La vaselina hace que las cosas se pongan más resbaladizas, así que para un portero sería todo un problema.
La «moda» de las espinilleras pequeñas: ¿manía o utilidad.
Tiene poco sentido común mezclar los efectos lubricantes de la vaselina con unos guantes de portero, que su función en parar pelotas y que no se le resbalen entre las manos.
Los guantes profesionales están hechos con látex, un material poroso.
Con el tiempo, cuando la palma del guante se rompe, permite que la suciedad y el agua inunden el látex y el guante termina por perder su excelente agarre.
Lo que hace la vaselina es hidratar el látex de los guantes y al mismo tiempo actuar como repelente del agua y la suciedad que cubren el guante, permitiendo que el látex haga el trabajo para el que está diseñado: agarrar la pelota.
A nivel profesional, el campo se riega antes de cada entrenamiento y partido, lo que a menudo hace que el balón que los porteros intentan atrapar esté increíblemente resbaladizo.
Cuando además llueve a cántaros, a veces puede parecer una tarea casi imposible coger la pelota, incluso con los mejores guantes de látex del mercado.
Es en ese instante cuando entra en acción la vaselina.