La tapa del motor, más conocida como culata o también denominada cabeza del motor, es la parte del coche que sella los cilindros de un motor de combustión.
Su principal función es evitar pérdidas de compresión para que el motor realice el proceso de combustión en el interior de los cilindros.
Por lo que la culata, es la tapa de los cilindros y la pieza que cierra el bloque motor.
Además, la culata es un soporte esencial para varios elementos del motor, como las válvulas de admisión y escape, los elevadores y la cámara de combustión.
Sirve de asentamiento para estas piezas y puede afectar a su estructura y al desgaste del motor.
La culata es un bloque fabricado en aleaciones de hierro fundido o aluminio, materiales que consiguen un equilibrio entre resistencia, rigidez y conductividad térmica.
Para un mejor rendimiento del coche permiten liberar el calor de la cámara de combustión hacia el exterior y aumenta la relación de compresión.
La culata va unida al bloque motor del coche mediante tornillos y una junta, la junta de la culata, que sella ambas partes, capaz de soportar altas temperaturas y evitar que haya fisuras y por tanto, fugas de compresión o del líquido refrigerante.
Podemos detectar varios síntomas que pueden indicarnos que la culata está dañada o averiada.
Por un lado, en función del ruido que produzca el coche, si es continuo y suave, quiere decir que su funcionamiento es correcto.
En cambio, si el sonido es más parecido a un golpe fuerte puede que la culata esté dañada.
Otro indicio puede ser la aparición de humo por el tubo de escape por una grieta o la entrada de agua durante la combustión.
Es recomendable revisar si hay pérdidas de aceite o refrigerante, pueden indicar la presencia de grietas en la culata, por lo general, salta un testigo de luz en el panel de mandos del coche.
Por último, podemos notar que el rendimiento del coche es débil y también se puede encender la luz de fallo motor en la panel de mandos porque la mezcla de aire y combustión no es suficiente por alguna grieta severa.