Para construir un deshumidificador casero, se necesitan los siguientes materiales: 1 pocillo de arroz, 1 pocillo de sal gruesa, 1 recipiente plástico con tapa, 1 cautín o soldador de mano. Primero, se calienta el cautín y se utiliza para perforar pequeños agujeros en la tapa del recipiente plástico, lo que permitirá la circulación del aire. Luego, se mezcla el arroz y la sal en partes iguales y se coloca dentro del recipiente, llenándolo hasta la mitad. Finalmente, se cierra el recipiente y se ubica en las áreas más afectadas por la humedad, como armarios, baños o zonas con poca ventilación. Del mismo modo, expertos recomiendan revisar el contenido del recipiente cada dos semanas, ya que tanto el arroz como la sal absorberán la humedad del aire y eventualmente deberán ser reemplazados para mantener su efectividad. Además del deshumidificador casero, existen otros métodos prácticos para reducir la humedad en el hogar. Uno de ellos es el uso de vinagre blanco, un producto común en la cocina que, gracias a sus propiedades antibacterianas y antimicrobianas, puede eliminar el moho de las superficies. Para utilizar el vinagre blanco, se debe mezclar en partes iguales con agua y transferir la solución a un atomizador. Luego, se rocía sobre las manchas de humedad y se frota con una esponja o trapo limpio hasta que desaparezcan. Este procedimiento puede repetirse durante una semana si es necesario. Otra opción eficaz es la sal gruesa, conocida por su capacidad para absorber la humedad del aire. Solamente basta con colocar un kilogramo de sal gruesa en un recipiente plano y ubicarlo en las zonas más húmedas de la casa. Después de 48 horas, se debe revisar el estado de la sal; si está húmeda o ennegrecida, es señal de que ha absorbido la humedad y debe ser reemplazada.