Para la madera de interior la laca se estropea menos que un barniz. En cambio, para exterior, los barnices duran mucho más. Ya que, estos últimos, están capacitados para soportar los rayos ultravioletas, la lluvia, e incluso, la humedad ambiental. Cosa que las lacas no. Si queremos pintar una superficie de melamina en interior y tenemos la posibilidad de aplicar el material a pistola, la laca sería una opción muy recomendable. Ya que, al aplicarla a pistola, siempre se quedará más fina y mejor acabado que un barniz. Y, a parte, también secará más rápido. Si buscamos un producto para proteger la madera que tenga buena brochabilidad y que sea fácil de aplicar, entonces el barniz es una solución estupenda. Porque, se extiende muy bien sobre el soporte y es difícil que te queden marcas de la brocha en la superficie barnizada. Lo cierto es que ambos productos son igual de válidos para proteger maderas. No obstante, hay profesionales que para ciertos tipos de trabajo prefieren más uno que otro.