Las culatas de madera son innegablemente bellas, con un tacto y brillo apagado que las hace especiales. La madera noble de alto grado puede tener nudos que la hacen aún más atractiva. El tacto y el brillo de una culata de madera oscura con acabados al aceite pueden ser especialmente agradables. Sin embargo, la madera también tiene sus limitaciones, como no poder evolucionar demasiado en términos de patrón de picados para garantizar un buen agarre, y en algunos casos, el mordiente puede ser excesivo y doloroso después de una jornada larga de caza. Por otro lado, las culatas de madera son más delicadas y requieren un cuidado superior para mantenerlas perfectas, pero pueden ser reparadas y devueltas a su esplendor por un buen culatero. La madera gana siempre en belleza, elegancia y clasicismo.