La técnica de “tiro en seco” es primordial para cualquier tirador o usuario de armas, y muy especialmente para los que desean mejorar su precisión o evitar esos errores. De manera elemental, para realizar un ejercicio de tiro en seco, tanto si utilizamos una mano como dos para empuñar nuestra arma corta, ya sea pistola o revolver, debemos realizar un buen agarre, esto es la base para lo que sigue a continuación. Utilizando nuestra arma, nos colocamos frente a una pared de color claro o un folio pegado a la pared, de tal manera que los elementos de puntería de color negro, resalten adecuadamente sobre un fondo claro. Teniendo alza y punto de mira alineados, comenzamos la presión del disparador poco a poco, no tenemos que provocar el disparo, todos los entrenadores decimos lo mismo, el disparo tiene que sorprender. Si cuando soltemos el disparo hemos apreciado movimientos bruscos en los elementos de puntería significa que hemos provocado el disparo, si por el contrario los elementos no se han desalineado o bien han permanecido estables entonces habremos efectuado un disparo correcto. El tiro en seco es muy aburrido, pero nos permitirá grabar en nuestra memoria digital y muscular cual es el modo adecuado, la posición ideal del dedo y la presión a ejercer, de tal manera que cuando tengamos que ejecutar el disparo esta se realice de manera correcta y de forma automática.