Las mochilas tácticas son el complemento indispensable para transportar tu material en actividades al aire libre. Su uso está muy extendido entre militares, policías y personal de seguridad, puesto que ofrecen una gran resistencia y comodidad. Permitiendo una gran amplitud de movimientos.
Además, también están destinadas para excursionistas que busquen maximizar su espacio mientras se desplazan. Por otro lado, aseguran el buen estado del equipamiento outdoor, siendo idóneas para los entornos más exigentes.
Un aspecto clave si deseas garantizar la comodidad, el equilibrio y la eficiencia al transportar cargas pesadas durante largos periodos de tiempo. Y, ¿cómo puedes preparar la mochila para conseguirlo? Aquí tienes algunas recomendaciones:
Artículos ligeros en la zona inferior, coloca los objetos más livianos y a los que no necesitas acceder con frecuencia en la parte más profunda de la mochila (saco de dormir, mantas, forro polar…).
Objetos pesados en la parte superior, los artículos más pesados y densos (botas, conservas, equipo táctico…) ubícalos en la zona superior de la mochila.
Elementos de uso frecuente accesibles, aquellos accesorios que vayas a utilizar con asiduidad (mapa, brújula, linterna, productos de higiene personal, botiquín de primeros auxilios…) llévalos en la zona superior de la mochila o en bolsillos y compartimentos fácilmente accesibles.