Siempre trate cada arma como si estuviera cargada.
Nunca apunte con un arma a nada que no quiera destruir.
Siempre conozca su blanco, qué hay detrás de él y más allá.
Asegúrese de que su arma esté limpia; antes de cargar inspeccione el cañón para estar seguro que está perfectamente limpio y libre de partículas extrañas.
Disparar con una obstrucción en el cañón tal como sucio, lodo, grasa, proyectil trabado, etc. puede causar ruptura o ensanchamiento del cañón.
Nunca dispare a superficies planas o al agua.
Evite golpes fuertes o caídas de su arma.
Durante y después de disparar controle sus emociones.
Cuando se utilizan armas de fuego, el entrenamiento realista es importante, pero la seguridad está primero.
Siempre tratar el arma como si estuviera cargada: Esta es una medida de seguridad fundamental.
Aunque creas que el arma está descargada, siempre debes manejarla como si estuviera cargada.
Esto significa que nunca debes apuntar el arma a nada que no estés dispuesto a destruir.
La adopción de esta medida es crucial para prevenir accidentes, ya que incluso un arma que se cree que está descargada puede tener una bala en la recámara.
Recuerda siempre que la seguridad debe ser tu máxima prioridad al manejar armas.