Para climas fríos, se recomienda usar un aceite con una viscosidad baja en frío, como 0W o 5W.
Estos aceites son más delgados a bajas temperaturas, lo que permite una mejor circulación y lubricación del motor durante el arranque en frío.
Por ejemplo, un aceite 0W-30 será más eficiente para proteger tu vehículo en invierno que un 10W-30.
Sabemos que los aceites pueden ser naturales, semi sintéticos o sintéticos.
Estos últimos son altamente recomendados para el invierno debido a sus propiedades superiores de flujo a bajas temperaturas.
A diferencia de los aceites minerales, los aceites sintéticos mantienen una mejor viscosidad en condiciones de frío, ofreciendo una protección más eficaz para el motor.
Además, proporcionan una mejor resistencia al desgaste, lo que es crucial para mantener tu auto en óptimas condiciones durante el invierno.
Aceites multigrado: la mejor opción para climas variables
Si vivís en una zona donde la temperatura varía considerablemente entre estaciones, los aceites multigrado son la mejor opción.
Estos aceites están formulados para ofrecer un rendimiento óptimo tanto en temperaturas frías como cálidas, asegurando que tu motor esté bien protegido durante todo el año.
Por ejemplo, un aceite 5W-30 proporciona una excelente protección en invierno y un rendimiento fiable en verano.
Y recordá que es esencial tener en cuenta las recomendaciones del fabricante de tu automovil al elegir el aceite adecuado.
Las mismas se encuentran en el manual del vehículo y suelen incluir la clasificación de viscosidad y cualquier otro requisito específico del motor.