Cinturón de dos puntos o abdominal.
Tienen el anclaje en los dos lados de la cadera, lo que lo convierte en uno de los menos seguros y, por ello, ya han desaparecido de los turismos.
Cinturón de tres puntos de anclaje.
Es el más común y el que llevan integrado todos los coches del mercado.
Lo ideó Volvo en 1959 añadiendo un tercer punto de sujeción al sistema de dos puntos por encima de uno de los hombros.
Es el más seguro del mercado y está homologado por la DGT.
Cinturón de cinco puntos.
Son más seguros pero más incómodos, por eso solo se usan en sillas para niños y en coches de competición.
Consiste en la integración de dos correas independientes en cada hombro, otras dos de la parte del regazo o la cadera y otra correa que funciona como punto de unión que va entre las piernas.
Cinturón en X.
Al igual que el cinturón de cuatro puntos, cuenta con cuatro anclajes, pero en esta ocasión los puntos de los hombros se colocan en diagonal y se sujetan en la zona de la cadera, de tal forma que queda dibujada una X en el torso del pasajero.
Cinturón ergonómico.
Los avances en tecnología y en seguridad no cesan y, por ello, se ha inventado un tipo de cinturón que se adapta a la figura del pasajero, garantizando seguridad y comodidad a partes iguales.
Cinturón para embarazadas.
Desde 2016 el cinturón de seguridad también es de uso obligatorio en mujeres embarazadas, pero para que no suponga un riesgo ni una molestia, existen diferentes tipos de cinturones adaptados, de uno, dos y tres anclajes.
Lo importante es que alejen la zona de sujección del vientre de la madre.
Cinturones para perros.
Nuestras mascotas también pueden ir seguros en el coche gracias a este tipo de cinturón, creado especialmente para perros grandes de más de 10 kg que no caben en un transportín.