El punto rojo es un elemento de puntería de encare rápido.
Se suele usar con los dos ojos abiertos, sin mirar aposta a través del visor.
Esto produce un efecto curioso, como por arte de magia aparece en nuestra visión normal un punto rojo.
No se debe intentar enfocar el visor, simplemente mirar a lo que queremos disparar, aunque eso sí, el visor debe estar entre nuestro ojo y lo que queremos disparar.
Para que os agais una idea es como en las pelìculas de "Terminator" que el robot tenía un punto rojo en su visión, en nuestro caso debe ser igual.
Las miras convencionales utilizan dos puntos separados una cierta distancia, mira y alza.
Estos dos puntos generan una línea recta.
Cuando apuntamos el arma alineamos nuestro campo visual para que estos dos puntos se alineen, y de esta forma conseguimos encarar el arma en una única dirección.
En los visores de punto rojo, nuestro ojo actúa como si fuera el alza, es decir, la mira se alinea con el alza.
Por este motivo si variamos la posición del ojo, siempre existirá una línea entre el punto rojo y nuestro ojo, pero esta línea no tiene porque coincidir con la trayectoria de la bala.
Es por este motivo que es muy importante en los puntos rojos usar siempre la misma postura a la hora de disparar, ya que si variamos la postura, seguramente desplazamos la posición del ojo respecto del arma, y por consiguiente, desplazamos la línea o trayectoria teórica de tiro.