Las bebidas isotónicas están diseñadas para reponer las pérdidas de líquido, azúcares y sobre todo sales que se pierden a través del sudor durante el ejercicio, pero no para reponer las pérdidas que salen de nuestro cuerpo cuando sufrimos vómitos o diarrea.
En estas situaciones también se pierde líquido y sales pero a diferentes proporciones que durante el ejercicio físico y estas deben reponerse pero no a cualquier concentración, sino en su justa medida, la cual no es la existente en las bebidas isotónicas.
Con el sudor se elimina sobre todo mucho sodio pero con los vómitos-diarreas lo que perdemos sobre todo es mucho potasio y poco sodio.
Por ello es imposible que con las bebidas isotónicas se reponga lo perdido ante estas patologías ya que básicamente no se ajustan a las demandas que en estas circunstancias tiene nuestro cuerpo y, si lo intentamos la probabilidad de deshidratarnos es alta.
Cuando se vomita nos resulta muy difícil beber y retenerlo, por lo que no podemos reponer estas pérdidas por vía oral.
Con la diarrea, el riesgo de perder líquido es alto y puede que nos quedemos cortos ingiriendo líquido.
Además no sólo se pierde agua sino que también, como explicaba, se pierden sales, que a su vez son necesarias para que nuestro cuerpo pueda retener agua.
Por eso en plena gastroenteritis no basta con tomar mucha agua o manzanilla ya que tenemos también que tomar las sales que se están perdiendo.
Si no lo hacemos nos mantendremos en números rojos, puesto que lo que tomamos por la boca lo eliminamos directamente sin retener nada.