Existen diferentes tipos de cajas fuertes, como las cajas fuertes de sobreponer o de superficie, que no necesitan de obra para su instalación, y las cajas fuertes empotrables o mural, que se empotran en la pared o el suelo y requieren de una pequeña obra. Las cajas fuertes también se clasifican según su tamaño, existiendo cajas fuertes pequeñas, ideales para objetos pequeños como joyas, cajas fuertes medianas, perfectas para objetos de tamaño medio, y cajas fuertes grandes, que permiten guardar todo tipo de objetos y documentos.
Las cajas fuertes se clasifican según su sistema de apertura y cierre, como cajas con llave, que se abren y cierran con una llave, cajas con combinación mecánica, que se abren con una contraseña numérica, cajas con combinación electrónica, que emplean una contraseña numérica y un teclado, y cajas con combinación y llave, que utilizan una combinación y una llave para su apertura.
También se clasifican según su grado de seguridad, como el grado S1, homologadas según la norma EN 14450, ideales para usuarios que buscan una caja ligera con un grado de protección elevado, el grado S2, que cuenta con una seguridad domiciliaria superior a cajas fuertes del nivel S1, y el grado 0, que ofrece una seguridad superior a los grados S1 y S2. Además, existen grados de seguridad como el Grado I, el Grado II, el Grado III, el Grado IV y el Grado V, cada uno con su propia normativa y características de seguridad.
Otros tipos de cajas fuertes especiales incluyen cajas fuertes ignífugas, diseñadas con una protección especial contra incendios, y cajas fuertes camufladas, que están diseñadas para permanecer ocultas en la pared o el suelo.