La gratitud es la capacidad de reconocer y valorar las cosas buenas de la vida, tanto grandes como pequeñas.
Implica sentir aprecio por las personas que nos rodean y por las experiencias que nos enriquecen.
La resiliencia es la capacidad de superar dificultades y adaptarse al cambio, aprendiendo de cada experiencia adversa en lugar de dejarse vencer por ella.
La inteligencia emocional es la habilidad para reconocer, entender y gestionar nuestras emociones, así como interpretar y responder a las de los demás.
El optimismo es la tendencia a ver el futuro con esperanza y confianza, creyendo que los desafíos pueden ser superados y que las oportunidades siempre están presentes.
La proactividad es la capacidad de anticiparse a situaciones, tomar acción sin esperar instrucciones y buscar oportunidades de mejora.