1. Elige la mochila táctica adecuada
Antes de llenarla, es importante seleccionar una mochila que sea resistente, espaciosa y cómoda de llevar.
Opta por una con compartimentos múltiples para organizar mejor tus accesorios, preferiblemente con sistema MOLLE (Modular Lightweight Load-carrying Equipment), que permite añadir bolsillos adicionales.
Además, asegúrate de que sea impermeable o incluya una funda protectora para mantener tus pertenencias secas en condiciones climáticas adversas.
2. Herramientas esenciales para la supervivencia
Tu equipo básico debe incluir:
Cuchillo táctico: Imprescindible para cortar, preparar alimentos o defenderte.
Multiherramienta: Útil para reparaciones, cortar cables o abrir latas.
Encendedor o ferrocerio: Para encender fuego en cualquier condición.
Linterna táctica: Preferiblemente de largo alcance y con baterías de larga duración.
3. Ropa adecuada
Empaca ropa que te proteja del clima, preferiblemente capas ligeras y transpirables.
Incluye una chaqueta impermeable y térmica, calcetines extra y un gorro.
No olvides guantes resistentes y, si es posible, ropa de camuflaje para moverte discretamente en el entorno natural.
4. Sistema de hidratación
Llevar agua suficiente es crucial.
Añade una cantimplora táctica o un sistema de hidratación (como una bolsa de agua con tubo) que te permita beber fácilmente mientras te mueves.
También es recomendable incluir un filtro de agua portátil o pastillas potabilizadoras para asegurar que puedas purificar agua de cualquier fuente.
5. Alimentos no perecederos
Para mantener tu energía en una excursión de supervivencia, es necesario contar con alimentos compactos y no perecederos.
Barras energéticas, frutos secos y comida deshidratada son excelentes opciones que ocupan poco espacio y te proporcionarán la nutrición necesaria.
6. Botiquín de primeros auxilios
Un botiquín compacto pero completo es imprescindible.
Incluye vendas, desinfectantes, analgésicos, tijeras, pinzas y cualquier medicamento personal que puedas necesitar.
También añade protector solar y repelente de insectos para prevenir daños.
7. Brújula y mapa
Aunque los dispositivos GPS son útiles, siempre lleva una brújula y un mapa del área.
Estos no necesitan baterías y te permitirán mantener el rumbo si tus dispositivos electrónicos fallan.
8. Saco de dormir o manta térmica
Dependiendo de la duración y el clima de tu excursión, un saco de dormir compacto o una manta térmica es crucial para protegerte del frío por la noche.
Las mantas térmicas son ligeras y eficientes para retener el calor corporal, ocupando muy poco espacio en tu mochila.