¿Realmente funciona la terapia láser en casa?

Las depiladoras láser caseras pueden funcionar como sistemas de Luz Pulsada Intensa o como dispositivos láser. Normalmente están diseñadas para que sean muy seguras a nivel de efectos secundarios y para que puedan ser manejadas por cualquier persona y esto significa que la potencia de actuación es muy reducida y la parametrización es bastante simple. Esto se traduce en un nivel de eficacia bastante reducido si lo comparamos con la eficacia que tienen los sistemas de láser y luz pulsada que empleamos en los centros médicos especializados en depilación láser. Este tipo de depiladoras láser caseras, tanto las técnicas de depilación láser como las de IPL en casa pueden llegar a ralentizar el crecimiento del vello pero, por lo general, no consiguen su eliminación. Estos sistemas de depilación domésticos se puede conseguir retardar algo el crecimiento del vello o disminuir su fuerza o grosor si se realizan bastantes sesiones. Sin embargo, si lo que se busca es una depilación de efecto permanente, es necesario hacer uso de tratamientos médicos profesionales con energía suficiente para destruir el folículo piloso de manera permanente. Además, es importante tener en cuenta que con las depiladoras láser caseras no es posible modificar los parámetros según tipo de vello, color o tono de piel por lo que su parametrización es más inespecífica y esto resta eficacia también al tratamiento. Aportan seguridad pero restan eficacia clínica en el resultado. En definitiva, si lo que se busca es eliminar el vello por completo, es necesario acudir a centros médicos especializados donde se realicen tratamientos de depilación profesionales sanitarios y bajo control médico, con equipos láser de uso médico que se pueden seleccionar en función del tipo de pelo, piel, región corporal y otros parámetros para obtener mejores stándares de eficacia.