Una aplicación móvil siempre debe estar conectada a un servidor, como la conexión y transferencia de información que se realiza de una web a un servidor externo.
En este caso, una aplicación móvil se conecta a un punto específico para almacenarlo en el catálogo de un sitio.
De esta manera, como te comentamos en nuestro post sobre el servidor, las aplicaciones utilizan las peticiones HTTP a un servidor web y, en lugar de responder con datos HTML, lo hacen con otro formato, que puede ser JSON o XML.
Aun así, aunque las primeras son más recurrentes, ya que JSON se utiliza en todos lados, las demás también pueden aparecer, aunque se usen menos.
La herramienta en la que se ofrece la respuesta del servidor a la aplicación es JSON, un formato de intercambio de datos entre programas, que se caracterizan por ser un grupo de datos de un mismo idioma y que se comparten entre dos programas diferentes.
Por otro lado, JSON se basa en la notación de objetos literales JavaScript, por lo que es una herramienta parecida, pero no es lo mismo.
JSON nació para sustituir XML, que es otro formato de intercambio de datos, compatible con cualquier lenguaje de programación.
Esto quiere decir que los programas pueden ser de diferentes tecnologías, pero de igual forma se pueden ir entendiendo, porque en todos los lenguajes de programación hay librerías que trabajan con JSON y que traducen estos elementos.
Podemos hacer que dos aplicaciones de tecnologías diferentes se intercambien datos.
Por ejemplo, tenemos una aplicación móvil hecha en Swift en iOS y Kotlin en Android, que envía peticiones a un servidor y, además, está fijada en un lenguaje especifico y le responde con JSON.
Las aplicaciones móviles no son las únicas que tienen comunicación con los servidores.
Muchos dispositivos conectan y transfieren datos con los servidores para que estos los devuelvan en datos con base en JSON.
Algunos de los dispositivos que mantienen la misma comunicación con los mismos parámetros son:
Las aplicaciones en dispositivos móviles.
Las tabletas que, usualmente, tienen las misma herramientas que almacenan los teléfonos móviles.
Los relojes inteligentes, que puedes utilizar para alarmas o recordatorios.
Las aplicaciones web con los servidores, que aparecen cuando descargamos elementos de JS al servidor, para que se comparta como si fuera un programa que reciba datos en JSON.