Esta es una de las grandes dudas del lenguaje futbolero, aunque tiene otras denominaciones según el país: alargue, prolongación. Hay que compensar los segundos que se han perdido a propósito y los que se han extraviado con los cambios, las lesiones, las celebraciones de los goles, el VAR, las protestas y los posibles imprevistos. El guarismo que muestra la tabla del colegiado no acostumbra a agradar a nadie, pero ¿cuál es la mejor forma de referirse a él: tiempo añadido o tiempo de descuento? Esta es una de las dudas lingüísticas futboleras más habituales, aunque los profesionales del ramo y los aficionados las usan indistintamente. Y bien que hacen. Según la Fundéu, ambas son correctas, pues se añaden los minutos que antes se habían descontado. De acuerdo, puede que a los más puristas no les convenza esta explicación. De añadido, dice que es añadidura, adición, mientras que descuento es dicho de un árbitro: en ciertos juegos, tener en cuenta el tiempo que el partido ha estado interrumpido, para añadirlo al final, de modo que alcance la duración reglamentaria. Es decir, descontar es añadir. Ahora bien, estas son solo dos maneras, muy españolas, de ponerle nombre a los minutos de más. Y es que en el mundo hispanohablante hay algunas alternativas. Por ejemplo, alargue, tiempo suplementario, tiempo extra, agregado y tiempo de compensación, tiempo de reposición y tiempo complementario.