Para poder ejercer como representante de futbolistas, se requiere una licencia FIFA.
Para ello, hasta el 2015 era necesario estudiar una reglamentación y pasar un examen.
Fue ese mismo año donde esto se paró y cualquiera podía llegar a ser un agente.
Desde el año pasado, la FIFA ha querido regular esto y ha obligado que, quien no tenga la reglamentación previa a 2015, debe presentarse al examen para poder adquirir la licencia.
El examen consta de un 20 preguntas tipo test donde se deberá responder 16 correctamente.
El precio para poder hacer este examen asciende hasta los 450 euros y, además, hay que pagar anualmente una cuota aproximada de 600 euros para renovarla.
Con esta licencia, los que se presenten y aprueben pasan a ser agentes FIFA.
Los agentes de futbolistas son cada vez más habituales en el mundo del fútbol no profesional.
Además, es necesario tener una titulación extra para poder representar a jugadores menores de edad, que se consigue una vez se obtiene la licenciatura FIFA.