Un buen fusil tiene tanta precisión como se lo permite su mira telescópica.
Los que saben dicen: Un buen fusil tiene tanta precisión como se lo permite su mira telescópica.
Es indudable que un elemento de precisión, debido a la calidad de sus componentes y a la complejidad de su fabricación, cuanto más caro resulte, seguramente será mejor.
Pero a nadie se le ocurre comprar un auto de Fórmula 1 pensando que por ser oneroso será mejor para pasear con la familia.
Con las miras telescópicas ocurre lo mismo.
Es por eso que al comprar, si no queremos frustrarnos después, debemos contestarnos la pregunta clave: ¿Para qué quiero la mira?
Actualmente, existe una enorme variedad de marcas y modelos, lo que hace casi imposible elegir una mira y después no arrepentirse al encontrar otra mejor.
Cristales y tratamientos: deben ser de la mejor calidad, ya que son los determinantes de la nitidez en la visión.
Los de mayor tamaño y buen tratamiento aumentan la definición y luminosidad.
El presurizado con nitrógeno evita la condensación de humedad interior.
Según su uso, podemos dividir las miras en modelos para caza, para competición, y del tipo táctico o militar.
Competición.
Estas miras poseen retículos del tipo cruz de cabello o "Crosshair", "Dot cpc" y ‘Target Dot".
Por lo general, la modalidad requiere aumentos variables con dispositivos de corrección para altura y deriva, y algún tipo de escala en las torretas que, dicho sea de paso, se utilizan muy poco porque en el polígono la distancia suele ser siempre la misma.
Uso táctico.
Están reservadas para los tiradores de élite, y los retículos que más emplean son los del tipo Mil Dot de un milésimo, Dúplex combinado con Mil Dot, y otros con especificaciones para disparos rápidos y compensados sin utilizar dispositivos de corrección.
Por supuesto que para las tres modalidades existe una gama inimaginable de combinaciones, y que aquí mencionamos sólo las más frecuentes para iniciarse.