En la caza, la respuesta a si se deben utilizar puntas blandas o duras depende del tipo de caza y del objetivo que se persigue.
Las balas blandas están diseñadas para deformarse con mayor rapidez buscando una expansión rápida, y una transmisión máxima de energía.
En casos de disparos cercanos o en movimiento, la bala blanda nos aporta esa mayor transmisión de energía al animal, acompañada de un muy posible shock multiorgánico.
En el caso de la fauna ibérica, si buscamos “parar” al animal, lo mas adecuado son puntas blandas o de expansión controlada.
Las puntas blandas están diseñadas para deformarse rápidamente y transmitir la energía al objetivo.
La mayoría de las marcas de munición que se venden en España venden mayoritariamente este tipo de balas, reservando las puntas más duras para la caza en el extranjero a animales más duros.
En el caso de disparos mas “colocados”, la punta dura nos aporta la ventaja de hacer menos “destrozo” en el animal y por tanto poder aprovechar al máximo la carne.
Yo suelo usar y recomendar puntas blandas en batida o montería.