El primer ministro británico, Keir Starmer, ha explicado que la decisión de adquirir los aviones de guerra fabricados en Estados Unidos un "impulso para la seguridad nacional" del país como una muestra de su compromiso con la OTAN en un momento de crecientes riesgos nucleares. "En una época de incertidumbre radical ya no podemos dar por sentada la paz", ha declarado el 'premier' británico. "El compromiso de Reino Unido con la OTAN es incuestionable, como lo es la contribución de la alianza para mantener al país seguro y protegido, pero todos debemos dar un paso adelante para proteger la zona euroatlántica para las generaciones venideras", ha añadido. La medida, anunciada mientras tiene lugar la cumbre de la OTAN en Países Bajos, dará a la Real Fuerza Aérea británica un papel en el programa nuclear de Reino Unido por primera vez desde la década de 1990, cuando se hicieron recortes en Defensa tras el final de la Guerra Fría. La decisión del archipiélago británico de reforzar su fuerza aérea forma parte de un impulso europeo para aumentar el gasto en Defensa, en medio de las amenazas de Rusia y la preocupación de que Estados Unidos desempeñe un papel reducido en la seguridad del continente.