Los riesgos de la depilación láser más comunes se pueden clasificar en temporales, de importancia leve a moderada, y los permanentes, que conviene evitar especialmente.
Aunque estos efectos secundarios del láser permanentes ocurran con poca frecuencia, la mejor garantía para no sufrirlos es ponerse en manos de personal cualificado.
El riesgo más común que puede surgir tras la sesión es el enrojecimiento de la zona tratada, debido a la pequeña irritación causada por el láser en las capas superiores de la dermis.
Puede tener lugar hasta tres días después del tratamiento, y se puede aliviar simplemente aplicando frío en la piel.
Otros síntomas de menor importancia que pueden aparecer con bastante frecuencia son ligero dolor, picazón en la zona, hormigueo o hinchazón de los folículos.
En circunstancias normales, todos estos problemas desaparecen aproximadamente a los tres días después de la sesión.
Los posibles riesgos de la depilación láser para la salud se pueden clasificar en temporales, de importancia leve a moderada, y los permanentes, que conviene evitar especialmente.
Los cambios hormonales que se producen durante el embarazo pueden provocar exceso de vello en las mujeres.
Los cambios hormonales que se producen durante el embarazo pueden provocar exceso de vello en las mujeres.
Este exceso de vello, conocido como hirsutismo, suele desaparecer cuando la mujer da a luz.
Sin embargo, muchas mujeres preguntan si es posible realizar sus sesiones durante el embarazo para eliminar este vello de manera definitiva.
Lo cierto es que, aunque el láser no produce daños demostrados en la formación y el desarrollo del feto, no se recomienda su uso durante el embarazo puesto que podría afectar a la piel de la madre.
Debido a estos cambios hormonales, se podría provocar un rechazo corporal y, posteriormente, una reacción cutánea.