La juventud es la etapa que va después de la adolescencia y antes de la edad adulta; en términos de edad se puede decir que la adolescencia va desde los 14 a los 17 años y juventud es esa etapa comprendida entre los 18 y 28 años de edad. La adolescencia se caracteriza por el crecimiento, el desarrollo humano y por los múltiples cambios a nivel biológico, físico, psicológico, intelectual y social. Es en ella cuando se marca el proceso de transformación del niño en adulto y un periodo de transición con unas características muy particulares. La juventud es una etapa afortunada en muchos sentidos pues es el momento más adecuado para construir y planear ese proyecto que llamamos vida y sacarle el mejor provecho. Los jóvenes tienen la oportunidad de forjar metas, soñar, planear sus objetivos, aprender, arriesgarse y esto claramente, implica muchas responsabilidades, que deben asumir con el entusiasmo, las aptitudes y actitudes que tienen para desempeñarse en la sociedad. Y luego es cuando llega la juventud y no, no son el futuro, los jóvenes son el presente, son agentes de cambio para el mundo, un mundo que está ocurriendo aquí y ahora; son los llamados a construir una sociedad justa, esa por la que tanto reclama toda la sociedad. Es en esta etapa cuando se empieza a definir quién eres y, más importante aun, quién quieres ser; es decir, se consolida lo que conocemos como identidad. La invitación es a pensarnos como gestores, a inspirarnos y soñar con la vida que queremos, a enfocarnos en nuestras metas y ponernos objetivos para transformarnos en los jóvenes que el país necesita.