La superior precisión de los fusiles de asalto respecto de las armas cortas, lleva a pensar demasiadas veces, que la instrucción de tiro con arma larga es más sencilla que la del arma corta.
El motivo de esto es que los resultados aparentemente son mejores a medias distancias, debido a una mayor distancia entre miras, el uso de visores, la reducción del área de oscilación motivada por los diferentes puntos de apoyo del arma sobre el cuerpo del tirador o sobre elementos externos, entre otros.
La incapacidad de repetir exactamente una postura de tiro, modificará las otras variables de posición, agarre y puntería.
De modo que, el resultado será la obtención de grupos de impactos cuyo centro variará caprichosamente alrededor del blanco.
Es necesario que cada postura de tiro se entrene hasta que pueda adoptarse consistentemente sin ninguna variación.
La postura de tiro adoptada debe hacer que el cuerpo del tirador se convierta en una plataforma que apoya y dirige el arma pero además sea capaz de absorber la energía del retroceso del arma para realizar disparos continuados sin pérdida de precisión y sin aumento del tiempo requerido para reiterarlos.
Cada postura de tiro tiene tres elementos básicos: La relajación muscular adecuada, el apoyo óseo y la adquisición del punto natural de puntería.
El apoyo óseo reducirá la fatiga muscular del tirador y minimizará la transmisión de fuerzas negativas e incontroladas al arma.
A mayor apoyo del peso del arma sobre la estructura ósea del tirador, menor intervención muscular y por lo tanto menor fatiga y movimiento.
La estructura ósea del tirador será la que dé estabilidad a la postura de tiro durante periodos de tiempo mas o menos largos.
Cuando es adoptada una postura optima de tiro y el tirador mira a través de los elementos de puntería del arma descubre cual es su punto natural de puntería.
Ahora, hay que hacer coincidir el punto de punto natural de puntería con el punto de referencia en el blanco sin modificar la postura de tiro.
Esto se consigue girando sobre un eje para variar la posición de tiro, es decir, girando todo el cuerpo en conjunto sobre un único eje para mantener la postura deseada y hacer puntería sin modificar la postura ideal.