La palabra línea de operaciones comprende un haz de caminos constituyendo una zona, aunque suele materializarse la línea, denominándola por la vía de comunicación más importante empleado por el ejército en su marcha.
Conducir lo más directa y fácilmente posible al objetivo propuesto.
Condición que no siempre cumplirá la línea más corta desde el punto de vista geométrico, sino la que presente menor número de obstáculos naturales y posiciones defendidas o defendibles, junto con el mayor números de buenos caminos, carteras y vías férreas.
Estar enlazadas con la base., de modo que ambas se cubran y protejan recíprocamente.
Aunque la situación ideal de la línea de operaciones con respecto a la base es que resulte normal y en el centro de ella, podrá enlazarse también en uno de sus extremos o en ambos, normal y oblicuamente.
Según la finalidad que se proponga el ejército al adoptar sus líneas de operaciones, estas pueden ser: principales: son las que conducen al núcleo más importante del ejército enemigo, que será casi siempre el objetivo principal de la campaña.
secundarias: las seguidas por una parte del ejército para una operación secundaria, o bien para la principal, siempre que vaya separada del núcleo central de las tropas, pero en combinación y en dependencia directa con él, para coadyuvar a dicha operación eventuales o accidentales: las que se meplean para operaciones de dicha índole, abandonándolas una vez realizadas.
En cuanto a su número son únicas si todas las fuerzas emplean una sola, y múltiples cuando varios ejércitos que operan en un mismo teatro de operaciones siguen líneas diversas, teniendo cada una en los primeros momentos su misión particular y cierta independencia.
En esta caso, que es el más general, dados los contingentes, las líneas de operaciones pueden se clasificadas en lo que a su dirección se refiere, en convergentes, divergentes y paralealas.
convergentes: son las más ventajosas, porque teniendo generalmente los distintos grupos un objetivo común, es natural que converjan hacia él con la gran ventaja de concentrarse más las fuerzas a medida que se acercan al enemigo y se alejan de la base.
Su empleo implica en cierto modo una posición central en el adversario, lo cual le facilitará acudir rápidamente al punto de ataque que resulte más débil, permitiéndole batir separadamente las fuerzas, operando por línas interiores, modo de operar recomendado pro los tratadistas de arte militar y que se explica más abajo en el apartado correspondiente.
divergentes: estas línea se emplean raramente por el peligro que conlleva el ir separando las fuerzas a medida que se alejan de la base de operaciones, siendo, sin embargo, de uso ventajoso cuando se ha de hacer frente a una amenaza procedente de varios puntos, o cuando un ejército tiene que perseguir a otro que al retirarse se disemina.
paralelas: se emplean pocas veces, pues suponen dos objetivos distintos, y siendo uno de ellos más importante que el otro, no convendrá distraer fuerzas en operaciones que no constituyan el verdadero objetivo de la campaña.
Sólo resultan admisibles cuando se trata de dominar un país no defendido por tropas regulares, puesto que en tal caso se tenderá a ocupar la mayor extensión de terreno posible, o bien cuando la gran superioridad numérica permita distraer fuerzas del ejército en entretener núcleos más o menos fuertes del enemigo.