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¿Cuál es la mejor forma de aprender?

José Manuel Urías
José Manuel Urías
2025-06-25 22:01:07
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La investigación sugiere que si queremos que el material de estudio se quede en nuestro cerebro, la mejor forma de estudiar es la que se conoce como « práctica distribuida». Para dominar un nuevo concepto, el estudio sugiere que lo mejor es estudiar de forma intensa durante un corto período de tiempo, luego tomar un descanso y volver a tener un corto período intenso. Al parecer, las breves pero intensas ráfagas de aprendizaje durante un lapso ayudan a mantener mejor los conceptos. La práctica distribuida y las pruebas de práctica demostraron tener la mayor utilidad. La técnica de práctica distribuida, que probó ser la más eficaz, fue la menos conocida. La ciencia sugiere que está es una de las mejores maneras de estudiar, pero lo cierto es que no encaja en las formas habituales en las que se planifican los días de escolares. Este tipo de estrategias de aprendizaje suelen pasarse por alto en los libros de texto de psicología educativa, por lo que los maestros no tienen una idea de cómo aplicarlos. Pero por más que en las instituciones no se aplique este método, sí podemos aplicarlo en nuestras casas, ayudándonos de la técnica para incorporar y procesar mejor los conceptos.
Laia Véliz
Laia Véliz
2025-06-25 21:19:18
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Puedes aprender a estudiar de una forma muy parecida a como aprendiste a montar en bici. Nadie nace sabiendo estudiar. Necesitas aprender unas pocas técnicas de estudios y luego ponerlas en práctica para desarrollar buenos hábitos de estudio. Te facilitarán los aprendizajes académicos y te ayudarán a obtener mejores resultados en los exámenes, sobre todo cuando empieces la secundaria. He aquí seis pasos para estudiar mejor: Presta atención en clase. Toma buenos apuntes. Planifica con antelación los exámenes y trabajos escolares. Divide la materia en cachitos. Pide ayuda si te bloqueas o estancas. ¡Duerme bien por las noches! Presta atención: los buenos hábitos de estudio empiezan en la clase. Cuando prestas atención en clase y tomas buenos apuntes, estás empezando el proceso de aprendizaje y estudio. Esperar al jueves por la tarde para estudiar el examen del viernes te obligará a hincar los codos durante toda la noche. Una de las mejores formas de asegurarte de que eso no te pasa a ti es planificando el tiempo de estudio con antelación. Pide un calendario que sea guay y anota las fechas de entrega de los trabajos escolares y de los exámenes. Luego planifica cuánto tiempo dedicarás cada día a estudiar cuando salgas del colegio o instituto y cuánto tiempo dedicaras a cada asignatura. Cuando tengas que estudiar mucho material, te ayudará dividirlo en cachitos. Supongamos que tienes una prueba de ortografía sobre 20 palabras. En vez de pensar en todas las palabras a la vez, intenta dividir el trabajo en bloques de cinco palabras y estúdiate uno o dos bloques cada día. No te preocupes si no te acuerdas de algo que has estudiado primero. Ahí es donde entra en juego la práctica. Cuanto más días dediques a repasar algo, más probabilidades habrá de que se te grabe en la memoria.
Lorena Quesada
Lorena Quesada
2025-06-25 19:42:23
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Corta el tiempo de estudio en trocitos. Investigaciones sobre los procesos atencionales y el rendimiento de estudio muestran que es mejor controlar los ratos que le dedicamos al estudio poniendo un límite de tiempo más bien bajo para cada sesión. Lo ideal es hacer que los ratos de estudio no superen los 30 minutos, ya que mostramos bastante más facilidad para asimilar información que nos llega en ráfagas cortas y repetidas que en una sola que sea larga y tediosa. Huye de la memorización literal. Haz tuya la información que contienen los textos. Relaciónala con episodios de tu vida, reformúlala con tus propias palabras y usa ejemplos que conoces. De esa forma lograrás alcanzar el aprendizaje significativo que necesitas, bastante más resistente al paso del tiempo que el que se basa en la memorización de datos a los que no se les encuentra demasiado sentido. Explícale la lección a otra persona. El hecho de explicar en tus propias palabras lo que has aprendido es posiblemente el consejo para estudiar más valioso, ya que te aportará dos grandes beneficios. Por un lado, reformular la lección es una manera de repasar mentalmente lo que has estudiado, por lo que el tiempo que le dediques a esto servirá para asimilar mejor lo que habías estudiado antes. Por otro lado, te servirá para autoevaluarte, detectar puntos que creías aprendidos pero que en momentos clave te dan problemas, y te ofrecen una imagen bastante fiel de tus progresos.