El empuñar es parte del proceso de disparo y que debe estar coordinado junto con la respiración, posición, visión y demás componentes del proceso.
Hace parte desde el momento que cogemos el arma en la funda, debiendo tener en cuenta que si lo iniciamos de forma incorrecta, acarrearemos los errores durante toda la secuencia de tiro.
La mano posee una gran cantidad de huesos y articulaciones, que son reforzados por ligamentos.
Hay tres grupos de músculos: el primero controla el pulgar, el segundo flexiona el dedo meñique y el tercero está formado por los músculos interdorsales de los tres dedos intermedios.
Es importante para el deportista conocer la función de estos músculos y tendones ya que son parte del proceso de empuñar la cacha de la pistola.
La articulación que une el dedo al hueso metacarpial, aseguran la flexión del índice, esta requiere ser bloqueada lo que es posible si la forma de la cacha de la pistola permite a la tercera falange ejercer una presión suave sobre la empuñadura.
Así, esta falange junto con los otros dedos, contribuye al agarre de la pistola.
La articulación entre la segunda y tercera falange es muy móvil y participa en el envío del disparo, esta articulación no debe tener contacto con la pistola.
Cada dedo hace una parte para sujetar la empuñadura y controlar el disparador orientándonos hacia la motricidad fina.
Sujetar el arma cada vez con la misma firmeza y con la fuerza ideal.
Realizar el impulso de apuntar y disparar el arma lo más correcta y más suavemente posible.
El tirador debe prestar atención al agarre, la empuñadura debe garantizar uniformidad al empuñar y en la recuperación del proceso del disparo, una empuñadura ortopédica que no se ajuste a la mano puede ser más perjudicial que una estándar, por lo que el tirador adapta gradualmente el mango de la pistola a la topografía de su mano, muchos tiradores jóvenes tienen el mal habito de copiar la forma de la empuñadura de tiradores expertos.
Al moldear una empuñadura se debe tener en cuenta que la mano realice una empuñada confortable y uniforme, así como la mejor posición del índice para ajustar el disparador, se debe empuñar con una tensión firme, uniforme pero reducida.
Cómo se sostiene la mano y cómo se debe tomar la empuñadura, forman parte de los factores centrales del tiro con pistola.
Cuanto más natural se posicionan la muñeca, la palma de la mano y los dedos, tanto más fácil será la sujeción, puntería y ejecución del disparo.